Sonic the Hedgehog (1991)

Muy buenas amigos de retrobros, hoy se presenta ante mí un reto como pocos y es el de intentar describir con palabras el torrente de emociones que siento al oír el nombre, música o ver ese característico personaje del mundo de los videojuegos. Vamos allá…..

Corría el año 1991 y el mercado doméstico de videojuegos estaba en pleno auge con las consolas de 8 bits Master Systema (SEGA) y NES (Nintendo) pero Sega quería «pegar primero» en la batalla por la nueva generación de 16 Bits y en 1990 llegó a España la Megadrive (Sega Genesis en Japón). Un año después saldría la NEO GEO de SNK (también de 16 bits) con el mismo hardware que las recreativas de la misma marca y os podéis imaginar las caras de asombro de mis amigos y la mía al ver esos gráficos y música en casa (el precio desorbitado de la consola y juegos hizo que fuera asequible para una minoría elitista). Nintendo por su parte presentó en Junio de 1992 «El cerebro de la bestia» como rezaba la campaña publicitaria de la SUPER NINTENDO (SNES).

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Por jawler, hace

Super Mario Bros (1985)

Jugones, este juego son palabras mayores, Mario fue la mascota de nintendo a partir del momento del lanzamiento de este juegazo, fue creado para eso tengamoslo claro, se hizo un hueco en el mundillo de los videojuegos al instante por méritos propios. Después de este titulo Mario protagonizó más aventuras con lo cual a la hora de analizar estos otros titulazos el trabajo de las presentaciones quedará encaminado con este análisis, creo que no conozco a nadie que no sepa de las aventuras de Mario y Luigi Bros, ya sea jugón o no, hasta mi abuela tiene nociones de Mario, a continuación os dejo con mi humilde trabajo.

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Por Maestro Evil, hace

Blood Money (Psygnosis, 1989)

“First there was Menace, now… Psygnosis presents… a DMA Design game… Blood Moneeeey” . Pelos como escarpias, nada más iniciar la secuencia de presentación la primera vez que cargabas el juego en tu Atari ST o Amiga no te lo podías ni creer, esa voz digitalizada que te helaba la sangre y te introducía en una nueva atmósfera, te teletransportaba al instante a un universo oscuro, desconocido, tétrico, hacía que antes de haber empezado la primera partida supieras al instante que habías acertado al comprarte el juego. Es más, al arrancar la animación inicial con la nave esquivando meteoritos y aterrizando en un planeta de lo más chungo (mira que hay planetas donde ir a parar cuando uno se pierde en el espacio), ya estabas pensando en todo lo que ibas a fardar delante de tus amigos con esta maravilla de shoot’em up que sacó Psygnosis en 1989.

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Por Chuck McGallagher, hace